
Por Pepe Moncho
En 1919 se fundó el «Museo Archivo Teatral» del Teatro Real de Madrid, pero sólo sobre el papel, ya que el gobierno no aportó fondos. Fue gracias a una donación del tenor italiano Tito Schipa que este proyecto pudiera ser una realidad, y en 1924 comenzó su instalación, en unos salones de la parte noble del teatro. Encomendaron la tarea de dotarlo de contenido a don Luis París, quien aportó su colección particular en calidad de depósito. Don Luis empezó a solicitar a autores, editores y cantantes el regalo de libros, autógrafos, partituras, objetos, etc.
Como le unía una gran amistad con Giuseppe Anselmi, que había cosechado grandes éxitos en El Real y a quien los madrileños adoraban, le escribió a Italia, para pedirle alguna cosa personal suya, para la colección.
A su carta contestó con esta otra, realmente conmovedora:
Rapallo, 12 de junio de 1925
“Amigo queridísimo: He recibido con mucho placer tu afectuosa y me felicito por la institución del Museo Archivo Teatral.
Estoy seguro de que tan magnífico propósito se está realizando de modo admirable por tu ferviente, culta e inteligente cabeza, que sabrá secundar las iniciativas del Gobierno que lo ha creado, perpetuando así las glorias de ese templo mágico y majestuoso del arte lírico que se llama Teatro Real de Madrid. Acaso ignoras que fui uno de los iniciadores del Museo Teatral de la Scala de Milán, que actualmente ha alcanzado un diapasón altísimo, admirado y emulado por todos.
Quisiera deleitarme discurriendo ampliamente contigo; pero estoy abrumado de trabajo con mis lecciones de canto, violín y demás enseñanzas de mi Academia.
Por lo que se refiere a tu gentil invitación para que envíe algún recuerdo de mi modesta persona al museo del Real, habré de contestarte con suma sencillez: aún vivo. Mi pecho alberga todavía esa dinamo muscular e impulsiva que llamamos corazón; en él están grabadas con indelebles caracteres las palabras: «España, Fe, Gratitud, Amor» que compendian sus cuatro puntos cardinales. Pues bien: dicto disposiciones testamentarias para que tú lo deposites junto al busto del divino Gayarre…
Creo que eso pueda bastarte y te abrazo estrechamente, y contigo a todos los madrileños, y con el pensamiento a vuestros augustos soberanos.
Tuyo”, Anselmi
Durante la guerra civil, los objetos y documentos del museo fueron trasladados a la localidad de Almagro, donde siguen y pueden verse expuestos, en unas salas habilitadas para tal efecto. Yo las visité hace años y me resultó muy interesante. La Comunidad de Madrid ha reclamado la devolución de dichos enseres, en reiteradas ocasiones, sin conseguir que Almagro acceda a su traslado.
Allí sigue el “corazón” de Anselmi, no junto sino frente al busto de Gayarre, en una vitrina, al lado de la máscara mortuoria del grandísimo tenor español.
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